Capítulo 2
Victor Estelle
Dejé mi pincel y caminé hacia la puerta. La abrí esperando que fuera uno de los vecinos, pero resultó ser mi padre, Elliot Estelle, quien me desheredó hace 24 años.
"¿Qué haces aquí?" No me sentía nada bienvenido con su visita repentina.
"Deberíamos hablar adentro, no quiero que hagamos una escena en este pobre vecindario." Lo dejé entrar con sus dos guardaespaldas y preparé té para ellos. Llevé las tazas de té a la sala y las puse sobre la mesa. Mi padre miró mis pinturas y luego procedió a sentarse.
"¿Sabías que tu hija estaba tratando de solicitar una beca en CASS y en la London Business School?" Mi padre preguntó y eso me sorprendió. ¿Amanda quería ir a una escuela de negocios? Miré a mi padre fríamente y él soltó una risa seca.
"Supongo que no te lo dijo. Puedo decir que... ella tiene mi sangre, Victor." Dijo, sonriendo con orgullo.
"Aunque vaya a una de las dos, apuesto a que no se hará cargo de tu negocio." Dije con confianza y su rostro se oscureció.
"No estoy aquí para debatir contigo, Victor."
"Pero parece que viniste para eso."
"Estoy dispuesto a pagar sus estudios, para que no tenga que trabajar ni volverse loca tratando de conseguir una beca."
"¿Por qué no se lo dices tú mismo?" Levanté las cejas y él se inclinó hacia adelante para alcanzar su taza de té.
"Lo hice, pero sabes que tiene tu temperamento, por eso decidí ir directamente a ti. Quiero que cooperes, sé que quieres enviarla a la mejor escuela, pero..." Miró alrededor de la casa, "no tienes dinero."
"Es para su propio futuro, pero tiene que hacerse cargo de la empresa Estelle una vez que se gradúe." Añadió y yo negué con la cabeza.
"No, gracias... pero estoy seguro de que podemos encontrar otra manera de entrar en esa escuela. No quiero que mi hija se involucre en tus juegos." Dije fríamente y él suspiró. Se sentó derecho y me miró seriamente.
"No me estoy volviendo más joven, Victor. No estoy tan saludable como crees. Desde que decidiste perseguir tus sueños estúpidos, sigo trabajando duro para continuar con esa empresa."
"¿Y ahora quieres usar a mi hija para continuar tu legado?"
"Ha estado viviendo así y no se lo merece. Puede tener cualquier cosa en la vida si regresa a donde originalmente pertenecía." Sonrió y yo miré al suelo pensando en ello. Ella merece ser feliz en lugar de estar atrapada conmigo en esta casa pequeña y vieja.
"Herederá todo mi dinero, propiedades, la empresa e incluso casas por toda Europa siempre y cuando regrese a donde pertenece."
"Está por cumplir 18 años y no es mi decisión decidir por ella. Que ella decida por sí misma." Dije porque al final del día, es su vida y no puedo decidir todo por ella.
"Bueno... supongo que tendremos que esperar a que ella llegue entonces."
"Volverá de la escuela en una hora." Dije mientras miraba la hora.
"Entonces... esperaremos." Dijo y asentí. Me levanté de mi asiento y decidí volver a pintar. No me importa si mi padre me estaba viendo pintar, me encanta pintar porque me hace feliz. Me gusta expresar mis sentimientos a través de ello.
"Tú también puedes volver... si quieres." Dijo mi padre de repente. Me giré hacia él y vi que dejaba un cheque sobre la mesa.
"No necesito eso." Dije y él se volvió hacia mí.
"Tengo cáncer, Victor. Me estoy muriendo..." Dejé caer mi pincel y mi corazón comenzó a latir muy rápido. Nunca odié a mi padre, solo odio su carácter. Tampoco es la mejor figura paterna, por eso no quiero ser como él con Amanda.
"El doctor dijo que solo me quedan 2-3 años de vida y no quiero desperdiciar ninguno de ellos. Empecé a buscar a Amanda primero y fue entonces cuando mi investigador privado me dijo que estaba buscando una beca." Me levanté de mi asiento y me senté de nuevo en el sofá frente a él.
"Se que es egoísta decir esto, pero quiero que tú y Amanda vuelvan a casa. Regresen y olvidemos todo lo que pasó en el pasado." Dijo y pude ver claramente el dolor y la tristeza en sus ojos. Eso explica por qué se está quedando calvo, apuesto a que ha pasado por muchas sesiones de quimioterapia para tratar su cáncer.
Todavía amo a mi padre aunque lo odio por desheredarme. Solo estaba decepcionado conmigo porque era su único hijo y ni siquiera pude continuar con lo que él había trabajado duro durante décadas.
"En lugar de que nosotros vayamos allá, ¿qué tal si tú vives aquí con nosotros?" Dije y sus ojos se abrieron de par en par.
"Esta es una casa vieja... puedes vivir en la mansión. Tenemos sirvientes y Amanda puede tener su-"
"Vive con nosotros, yo te cuidaré." Dije y mi padre se quedó en silencio.
"Padre, ya estoy de vuelta y traigo y-" Amanda se detuvo en seco cuando vio a su abuelo.
"¿Qué haces aquí? No me digas que-"
"A partir de mañana, él vivirá con nosotros." Dije y los ojos de Amanda se abrieron de par en par. Dejó caer su bolsa de plástico y miró a su abuelo con desconfianza.
"¿Por qué? ¿Perdiste todo tu dinero ahora?"
"¡Amanda!" Exclamé y ella se volvió hacia mí.
"¿Qué? Él te desheredó y trató de alejarte de mí. ¿Por qué estás de su lado?"
"Tu abuelo tiene cáncer." Le dije la verdad y su rostro cambió en ese segundo.
"¿Qué?" No se lo esperaba.
"Y vas a ir a CASS o a la London Business School también." Dije y ella me miró horrorizada.
"¿Te dijo eso? Padre, puedo expli-"
"Al menos, tu abuelo morirá feliz sabiendo que te harás cargo de esa empresa." Dije cortándola de nuevo.
"Padre..."
"Gracias." Escuché decir a mi padre y me volví hacia él. Me sonrió y luego se volvió hacia Amanda.
"Serás una gran empresaria, Amanda."






















































































































