Capítulo dieciséis

La perspectiva de Damon:

—¡BASTA... SAL DE AQUÍ! —grité, ella se estremeció de miedo.

Mirándome con una expresión de duda... aún así reunió el valor para acercarse a mí... sus suaves pechos tocando mi espalda.

No puedo creer que no sienta nada.

—¿Estás bien? —preguntó con una voz temblorosa.

Tr...

Inicia sesión y continúa leyendo