Capítulo veinticinco

Meria sonrió y se levantó ya que había terminado de guardar los platos en la bandeja.

—¿Y cómo es eso asunto mío? —le respondí directamente.

—¿Y el bebé? ¿Cuándo piensas hacer algo al respecto? —murmuró Ivy.

—Solo dos semanas más, no puedo hacer nada que le haga saber que tuve un aborto, así que ...

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