Capítulo ocho

Punto de vista de Meria:

Estaba ocupada lavando la ropa, con la ropa sucia amontonada en el suelo.

Añadí un poco de detergente y remojé algunas prendas.

Justo en ese momento, mi hermanita Mia entró corriendo a la casa llorando amargamente.

Y temblando de miedo.

—¿Mia? ¿Mia?? ¿Estás bien, cariño...

Inicia sesión y continúa leyendo