Capítulo 28

Cuando sus brazos se deslizaron, Marcellus frunció el ceño con decepción, pero muy rápidamente, sus labios se separaron en sorpresa cuando ella se giró y se sentó frente a él; montándolo a horcajadas. Sus brazos rodearon sus hombros nuevamente mientras lo acercaba, su pecho presionado contra el de é...

Inicia sesión y continúa leyendo