Capítulo 10 Una idea asombrosa

Antes de que pudiera decir algo, James intervino:

—¡Ella solo está de mal humor!

Puso su gran mano en mi hombro, dándole un suave apretón, y dijo:

—Emily, no te estreses. El doctor dijo que no era nada serio. Estará en casa después de un poco de observación.

Casa.

Esa palabra me desató. Perdí e...

Inicia sesión y continúa leyendo