Capítulo 184 Comer no es ilegal

James se encogió de hombros —No, estoy bien. No lo quiero.

—¡James!— La mujer allá se estaba impacientando y le llamó. James le hizo un gesto para que esperara un poco más, luego se volvió hacia mí —Emily, sabes que no quiero el divorcio. Eres tú quien lo está empujando. Resulta que tenías a alguie...

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