Capítulo 24 El dinero desapareció sin dejar rastro

Claro, no mucho después de que Michael se fue, James volvió a la oficina. Se mantuvo bastante tranquilo cuando me vio.

—¿A dónde fuiste tan temprano? ¿Te llamó Michael?

—Sí, lo hizo. Mencionó que vendrías a trabajar. Me sorprendió un poco; no dijiste nada anoche —se quitó el abrigo y lo colgó, lue...

Inicia sesión y continúa leyendo