Capítulo 30 La provocación del amante

—¡Tengo que decirlo, es increíble!

Esas pocas palabras lo decían todo. ¡Sabía exactamente a qué se refería con 'increíble'!

Estaba tan enojada que lancé mi teléfono al otro lado de la habitación, respirando con dificultad, tratando de mantener la calma. ¡Estaba al borde del colapso!

¡Esa amante r...

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