Capítulo 365: Masaje

—¡Hola, Emily!—gritó Tony con una gran sonrisa en cuanto me vio.

Asentí y nos pusimos a entrenar de inmediato. Después de unas horas, ambos estábamos bastante agotados. Tony intentó encontrar una entrenadora para ayudarme a relajarme, pero todas estaban ocupadas.

—¿Qué tal si te doy un masaje, Emi...

Inicia sesión y continúa leyendo