Capítulo 551 Tres millones novecientos mil dólares

María dudó cuando escuchó mi orden por primera vez. Cuando no se movió, me acerqué y le di una bofetada a Abel en la cara.

—Tú... —Abel golpeó la mesa con la mano e intentó levantarse, pero le respondí con otra bofetada sonora.

Después de dos bofetadas, mi mano palpitaba de dolor, y la cara de Abe...

Inicia sesión y continúa leyendo