Capítulo 25

Ella

Mientras estaba en la ducha de Alexander más tarde esa noche, el agua caliente cayendo por mi espalda, mis dedos seguían subiendo a mi boca. No podía dejar de tocar mis labios. El fantasma del beso de Alexander todavía persistía allí, sin importar cuánto frotara la piel.

No había querido que ...

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