Capítulo 233: La llegada de Kaelan

La habitación número 3 estaba bañada en una luz cálida y suave, suavemente atenuada por los hechizos tejidos en las paredes. Runas dracónicas pulsaban con un resplandor discreto, casi vivo, como si respiraran al compás de Lya. Myrria ajustaba las últimas protecciones mientras Bastien revisaba sus le...

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