Capítulo 30 La captura del adulterio

Los ojos de David se deslizaron hacia los labios de Lily, tan cerca que casi podía tocarlos. Temblaban ligeramente, una mezcla de emoción y tensión. Sentía su aliento caliente en la frente, mezclándose con el calor que irradiaba de su cuerpo, haciendo que el pequeño espacio se sintiera como un horno...

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