38.

—Olvídalo Emma… — se exigió… y de nueva cuenta sin que lo notara el joven ocupó sus pensamientos dejando un lado la opresión nostálgica que le causaba su prometido pelinegro.

Volvió a acostarse… y muy en su interior esa duda rondó por su ser… ¿Y si hacerlo con él le gustaba? ¡Demonios! … era una op...

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