No volverás a tocarla

Nick sólo esperó unos cuantos minutos, necesitaba que fuera creíble, de lo contrario Mariana se daría cuenta de lo que realmente estaba sucediendo, y por el momento eso no era lo que más convenía. Abrió la puerta con dedos temblorosos, su corazón latía desbocado, no sólo por la situación que acababa...

Inicia sesión y continúa leyendo