Una aliada en la mansión foster

El doctor ingresó en silencio a la habitación privada del hospital donde Emily estaba “recuperándose”. Cerró la puerta con cuidado y se acercó con una sonrisa maliciosa en los labios.

—Bueno, señorita Foster… otra actuación estelar. Los tienes a todos comiendo de tu mano otra vez.

Emily, recostada...

Inicia sesión y continúa leyendo