Nunca más la sirvienta de los Foster

El regreso de Mariana a la mansión Foster no fue precisamente cálido. Apenas cruzó el umbral, su hermano mayor apareció con el ceño fruncido, retándola de inmediato.

—¿Dónde demonios te habías metido? —espetó, cruzándose de brazos con aire de superioridad—. Todavía tengo cuentas pendientes contigo....

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