El regreso de Alex

Emily salió de la clínica aguantándose el asco y la repugnancia que su amante y cómplice le provocaba. Sabía que era un mal necesario del cual tendría que deshacerse tarde o temprano. Le había sido útil, sí, pero ahora le resultaba bastante molesto.

Se subió al coche justo cuando recibió la llamada...

Inicia sesión y continúa leyendo