Capítulo 63

—¡Ahora estás tratando de incriminarme! —gritó Silvia, su voz llena de desesperación.

—¡Discúlpame! —Mis ojos se encendieron de ira. Solté la mano de Rome y me levanté. Con cada paso que daba, sentía como si el suelo temblara por mi peso y la intensidad de mis emociones.

Vi a Silvia estremecerse, ...

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