Capítulo 228 Pedir vino prestado para ahogar el dolor

Aiden miró a Bianca, quien todavía intentaba justificarse, y de repente soltó una risa fría. —Bianca, ¿de verdad crees que soy tan ingenuo? ¿Realmente piensas que soy tan tonto?

Incluso después de ser atrapada, todavía intentaba echarle la culpa a Aurora.

Bianca negó con la cabeza, lágrimas corrie...

Inicia sesión y continúa leyendo