Capítulo 325

Los cuatro se subieron al coche.

Iván tomó el volante mientras los tres niños se apretujaban en el asiento trasero.

Keith, normalmente estoico, suavizó su expresión y sacó una colorida variedad de caramelos de su bolsillo. —Angela, ¿qué sabor te gusta? —preguntó con suavidad.

—A mi hermana no le ...

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