CAPÍTULO TRECE: XAVIER

Me dirigí por el pasillo tenuemente iluminado que conducía a la residencia del Duque, cargando a una Venus herida en mis brazos. La conocí hace poco, así que no estoy seguro de por qué estoy tan enojado de que los Lycidas la hayan lastimado.

Debería haberme quedado para protegerla y ayudarla a luch...

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