47

ZADE

Parecía que estaba a punto de irse. Me miró, sus hermosos ojos enormes y llenos de una emoción profunda.

—Ummm. Hola. Espero no estar molestándote.

—Estaba trabajando —dije suavemente. Era un alivio para mis ojos.

—Oh. Está bien. Volveré en otro momento entonces —respondió rápidamente, dand...

Inicia sesión y continúa leyendo