CAPÍTULO 135: REMORDIMIENTO

Hasta este mismo minuto, donde creo que casi todos aquí en la fortaleza ya estaban dormidos, mi mente seguía ocupada y no podía obligar a mis ojos a cerrarse y descansar. Es medianoche y Michael estaba en su estado de tranquilidad, pero yo seguía completamente despierta y ahogada en pensamientos.

A...

Inicia sesión y continúa leyendo