Capítulo cuarenta y dos

—ESTO ES UNA TERRIBLE IDEA, PAPÁ. SOLO TENGO UN MAESTRO, y ese es Sir Thorin Meelany. ¡Ni siquiera sobre mi tumba reconoceré a alguien más como mi Maestro! Es una cuestión de honor.

Él suspiró. —Fue idea suya. Dijo que escuchó que eres una chica muy maleducada que no respeta otras autoridades— todo...

Inicia sesión y continúa leyendo