Capítulo cincuenta y uno

Sentí que mi alma salía de mi cuerpo y volvía. Mi corazón latía tan rápido que estoy segura de que Val lo escuchó, por cómo me sonrió con suficiencia. No es que no esperara que Valerian notara que algo extraño pasaba conmigo, porque me conoce mejor que nadie, bueno... solía conocerme. Pero no vi est...

Inicia sesión y continúa leyendo