4: Esperanza

Lucien

El término incómodo no se acercaba ni de lejos a la atmósfera en la mesa, y todo era gracias a London, quien no había dejado de lanzarme miradas asesinas desde el momento en que tan amorosamente me golpeó en la cara. Entendía sus sentimientos hacia mí, pero ¿realmente merecía su mirada...

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