Novena parte

Su nombre era Adara, y estaba rota. Ese era el pensamiento con el que se despertaba cada mañana. No necesitaba decírselo a sí misma, se lo habían inculcado desde que tenía memoria. Su madre, Juniper, era una mujer débil. Nadie sabía qué le había pasado en la vida para ser así, no hablaba del pasado ...

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