Libro 2, parte 2

Adrián rápidamente puso una sonrisa en su rostro y mostró su placa.

—Buenas tardes, señor.

—¿Sí? —Jeff fue casi grosero al mirar a Adrián. Era un hombre grande, pero Adrián aún se sentía seguro de que podría someterlo con la pistola si lograba entrar en la casa.

—Estoy yendo de casa en casa para ...

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