Libro 2 Parte 35

Las luces se atenuaron cuando apagué el motor del coche y miré el desolado estacionamiento. Percibí el aroma de Adara mientras miraba alrededor y me dirigía hacia la entrada del laberinto, sin verla. Sonreí al darme cuenta de que ya estaba dentro del laberinto. Podía escuchar sus pasos corriendo por...

Inicia sesión y continúa leyendo