Libro 3, parte 49

La frustración que sentía apenas se comparaba con la ira que hervía dentro de mí. No podía comprender cómo podían creer estas mentiras. Apreté la mandíbula con fuerza mientras me alejaba de la oficina de Malachi. No podía perder a mi padre, y él no podía perder a Jessica.

Conduje a casa y vi el coc...

Inicia sesión y continúa leyendo