Libro 3, parte 69

Me sentí mejor después de esa ducha y me afeité frente al espejo. Me vestí en silencio en la oscuridad de nuestro cuarto, cerrando la puerta suavemente detrás de mí, sin querer despertar a Adara todavía. Me detuve en el pasillo y abrí la puerta del cuarto de los niños.

Entré en su habitación y miré...

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