Libro 3, parte 71

Conduje a casa lentamente y estacioné en el garaje de nuevo. Me quedé sentado en el coche pensando para mí mismo cuando Adara abrió mi puerta y se subió a mi regazo, abrazándome fuertemente. La abracé de vuelta y mi corazón se hundió.

Cerré los ojos y quería quedarme así para siempre. Bloqueé sus e...

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