Libro 3, parte 78

La mirada de Malachi no se apartaba de mí y podía sentir sus emociones tan intensamente. Ya no necesitaba concentrarme en ello, venía tan naturalmente que debería haberme asustado. Mis poderes estaban creciendo, pero no podía encontrar alegría en ello, no con mi vida desmoronándose.

—Jessica y yo l...

Inicia sesión y continúa leyendo