Libro 3 Parte 86

Mantuve mi teléfono apagado, y si James o Malachi me llamaban, pensarían que Adara y yo todavía estábamos ocupados resolviendo nuestros problemas. Dudaba que alguno de ellos llamara, querían que resolviéramos nuestros problemas demasiado.

—Buenos días —me saludó una joven, mientras entraba al comed...

Inicia sesión y continúa leyendo