Libro 3, parte 112

Después de la mañana en que mis oídos sangraron, empecé a tener desmayos, perdiendo la noción del tiempo. Me sentaba en mi oficina, ocupado con el papeleo, y levantaba la vista, y habían pasado tres horas, los mismos papeles aún frente a mí. No tenía ningún recuerdo de lo que había sucedido durante ...

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