Libro 4 Parte 32

Una semana después, estaba ocupado empacando mi mochila mientras Charlotte se sentaba en la cama con los brazos cruzados sobre el pecho.

—No te enojes.

—No estoy enojada —dijo ella, pero la mirada en sus ojos contaba una historia diferente.

—Hablamos de esto. No puedo contarte todo, y aceptaste e...

Inicia sesión y continúa leyendo