Libro 5, parte 7

Me encogí de hombros y me dirigí a mi habitación. Había una chica sentada en mi cama, y me miraba mientras dejaba mi mochila junto a mi escritorio. Tenía marcas profundas y moradas alrededor de su cuello, y sus ojos me seguían mientras me movía. Probablemente se había ahorcado.

—¿Qué quieres? —le p...

Inicia sesión y continúa leyendo