Libro 5, parte 14

Me senté mirando el océano durante horas, o lo que me parecieron horas. Mi espalda estaba rígida para cuando el coche de Gunnar se detuvo junto al mío. Salió y se sentó a mi lado en el capó de mi Jeep. Permanecimos en silencio por un rato, y me sentí como un mal amigo. No había hablado con él de nad...

Inicia sesión y continúa leyendo