Libro 5, parte 27

Marcus terminó con mi tatuaje y me levanté. Recibí palmadas en la espalda y abrazos de felicitación de los chicos, porque ahora era uno de ellos. Era un miembro de la manada de pleno derecho, y a sus ojos, ya no era un niño, sino un hombre como ellos.

James me dio una cerveza y la tomé mientras Kir...

Inicia sesión y continúa leyendo