Libro 5, parte 52

Se fueron dos días después, y me acosté en el sofá, completamente exhausto, y encendí la televisión. Era una configuración extraña la que tenían, y todavía no tenía idea de si había pasado algo con Amanda, Emory y yo. Un rato después, me quedé dormido en el sofá y me despertó el sonido de mi teléfon...

Inicia sesión y continúa leyendo