Las consecuencias de mis actos

Me sentía la peor de las mujeres, podría decir que la más desgraciada de todo el gremio femenino alrededor del mundo, debido a todo lo que había pasado, e incluso, por la actitud que había tomado mi esposo, mi amado esposo.

Aun así, trataba de no llorar, de no seguirme martirizando con el hecho de ...

Inicia sesión y continúa leyendo