Capítulo 80

Ni siquiera la miré.

Seguí metiendo pollo picante con arroz en mi boca.

Serenna se dejó caer en el asiento frente al mío y tiró sus bolsas de compras al suelo.

Bufó —¿No vas a hablar? La última vez que nos vimos, me abofeteaste y me arrancaste un mechón de pelo. Por cierto, todavía no ha crecido. Ti...

Inicia sesión y continúa leyendo