Capítulo 164

Cuando Dante se fue, mi estómago no pudo soportarlo.

Mi tráquea se acidificó, volviéndose tan sucia como el suelo empapado de vómito. Vomité todo lo que había acumulado, vaciando mi estómago y mi alma tanto como mi sistema podía soportar. Cada vez que arcaba, sollozaba más. No dudaría si también sa...

Inicia sesión y continúa leyendo