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—¡Aiden!— su nombre es lo primero que grito cuando entro al penthouse.

Mi pecho está lleno de emoción por el examen que acabo de clavar, y todavía estoy jadeando por haber corrido hasta aquí. No puedo esperar para darle la buena noticia.

Ian sale de la cocina tan pronto como escucha mi voz.

—Aiden n...

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