Capítulo 182

El control sobre mi propia ira estaba lejos de ser comandado por mí.

En mis venas fluía mucho más que sangre, llevando una dosis severa de un deseo colosal de incendiar el mundo con todas las llamas del infierno.

No respiraba el maldito oxígeno de mi casa. Estaba inhalando los sollozos de Emília en ...

Inicia sesión y continúa leyendo