30

Abro los ojos, respirando rápidamente. Estoy empapado en sudor.

Cuando me siento contra el cabecero, mi mirada se fija en la taza de chocolate caliente que está en mi mesita de noche.

Nevaeh.

Recuerdo que anoche me sentía tan agotado que me quedé dormido antes de que ella pudiera dármelo. Murmuro...

Inicia sesión y continúa leyendo