64

Salgo de mi habitación y camino por el pasillo con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho. Mi puño está fuertemente apretado a mi lado. Aunque me he duchado para calmarme, mi corazón sigue inquieto.

¿Cómo diablos puedo estar tranquilo después de escuchar lo que Nevaeh dijo esta noche en el jacu...

Inicia sesión y continúa leyendo