Ignorándote

—Tiene una computadora, ¿verdad? Y es donde hago mi trabajo. Cuando no me molestan, claro—. Ella lo miró fijamente.

—Estoy bastante seguro de que esta es la sala de reuniones—, dijo él con calma.

—Y yo estoy bastante segura de que te equivocas—. Ella le sonrió dulcemente y de repente él se inclinó...

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